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Foto: Prensa Belgrano
En su visita al estadio Marcelo Bielsa, Belgrano no pudo con Newell's y fue derrotado por la mínima diferencia.
Las claves del partido:
Cambio de nombres y sistema
De arranque, Farré introdujo 6 modificaciones respecto al último partido: Facello (Barinaga), Meriano (Moreno), Delgado (Ibacache), Quignon (Rolón), Miño (García) y Chavarría (Metilli). Con esos nombres, alineó un sistema 1-4-4-2.
Salida ante presión rival
A la hora de salir desde la valla y frente a la activa presión alta de la Lepra, la B apeló al juego directo en busca de Chavarría y Passerini, quienes solo tuvieron los apoyos de Sánchez y Miño desde los costados. Con mucho espacio entre sus líneas, poca precisión y ante al buen trabajo de Velázquez y Glavinovich, Belgrano no pudo gravitar en los dos últimos tercios.
Cuando intentó iniciar con sus zagueros, Belgrano también apostó a lanzar en largo sin poder inquietar a los rosarinos. Los emparejamientos que el local plantó en campo celeste, bloqueando todos los carriles (Díaz y Cedrés versus Longo y Quignon; May contra Delgado; Aguirre ante Facello; y Ramírez junto a Banega frente a Rébola y Meriano), obligaron al Pirata a apelar a ese juego directo desde el fondo que no prosperó.
Juego externo
Al momento de buscar el arco de Losada y casi monopolizando la posesión, Newell's apostó a su juego externo. Con una destacada labor, Banega fue determinante al desmarcarse por dentro, lanzar hacia los costados y activar a los tándems Martino-Aguirre y Méndez-May. Facello y Sánchez en la derecha, más Delgado y Miño en la izquierda mostraron disciplina para achicar espacios y garantizar que el bloque fuera compacto en la primera etapa.
Aproximaciones en el 1T
En el primer tiempo, ambos elencos mostraron dificultades para crear peligro, por lo que apenas existieron aproximaciones con disparos de cabeza que se fueron lejos: Chavarría en pelota quieta y Aguirre en un ataque organizado.
Una variante al comenzar el 2T
Para iniciar el segundo tiempo, Farré apostó a Metilli (Miño), quien se posicionó en el carril externo izquierdo del mediocampo a la hora de defender organizadamente. Cuando el Celeste atacó, el creativo centralizó su juego e intentó incursionar en el área.
Predecible
Si bien Belgrano tuvo posesiones más prolongadas en el complemento, la lenta circulación de pelota y las casi nulas conducciones desde el fondo para atraer marcas y liberar espacios tornaron predecibles las maniobras, sin poder romper el bloque defensivo adversario.
Lento repliegue y debilidad defensiva
A los 16, la Lepra abrió el marcador con un disparo de cabeza: Ramírez anotó tras recibir una muy precisa habilitación de Banega y colarse a espaldas de Rébola, quien fijó su mirada en el poseedor en lugar de hacerlo sobre el delantero. La acción nació en un contragolpe de la Lepra que contó con un Belgrano lento y desmembrado para ejecutar la transición ataque-defensa.
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Necesidades ofensivas
Tras el gol ingresó Reyna (Chavarría) como delantero en busca de velocidad en el último tercio. Lo mejor del atacante peruano se vio cuando propuso duelos individuales desde los costados. También entró García (Quignon) para integrar el doble pivote junto a Longo y buscar precisión en los lanzamientos, manteniendo el sistema de juego.
Búsqueda de profundidad
Seguidamente Farré envió a Lencioni (Meriano) y Barinaga (Facello), quienes ingresaron en los laterales bajo la idea de brindar profundidad. Con esos cambios, Delgado pasó a la zaga central. Lamentablemente, los centros que provinieron desde las bandas pocas veces pudieron llegar a destino en el área.
Sin espacios
Belgrano planteó el partido completamente en campo leproso en el final, pero no fue capaz de encontrar espacios ante un muy estrecho bloque bajo local que cedió la tenencia y se replegó cerca de su arco propio para resguardarse y mantener la ventaja.
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