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Foto: Prensa Belgrano
Belgrano sumó una nueva derrota en su segundo amistoso de pretemporada al perder con Peñarol por 1 a 0. El bajo rendimiento del equipo dejó muchas preocupaciones y pocas certezas a una semana del inicio de la Copa de la Liga 2024.
Algunas claves para comprender el juego celeste:
Sistema
El Pirata alineó inicialmente un sistema 1-4-4-2 definido, con novedades respecto al encuentro ante Vélez: Chavarría desde el arranque junto a Passerini en la delantera, Longo y Marín en el doble pivote del mediocampo, y Miño y Sánchez partiendo desde los carriles externos.
Bloque medio-bajo y debilidad en la zaga central
Defensivamente, la B se organizó en bloque medio-bajo, haciendo un buen trabajo para emparejar a los receptores en el segundo tercio.
Sin embargo, los uruguayos fueron capaces de saltar líneas con envíos directos y exponer la fragilidad de la zaga central: así, Peñarol tuvo la primera situación con un mano a mano de Mayada, quien recibió de Sosa y superó sin problemas a Meriano, aunque sin poder con Losada.
Pocas opciones de pase
A la hora de gestionar la posesión en sus ataques organizados, el Celeste contó con escasas opciones de pase para Rébola, Meriano y Longo, los encargados de iniciar. Ello se tradujo en nula capacidad para asociarse, facilitando la labor defensiva del local cada vez que éste empleó el repliegue.
Pérdidas, imprecisiones y dudas
Cuando el Carbonero abandonó el repliegue y se animó a presionar con intensidad, Belgrano padeció pérdidas de pelota que expusieron al equipo. Meriano, Sánchez y Barinaga fueron los futbolistas que mayor zozobra generaron con fallidas intervenciones.
Apenas aproximaciones
En un contexto de monotonía, Belgrano no generó chances reales de riesgo y apenas tuvo aproximaciones en el primer tiempo. ¿De qué forma las gestó? En general, con rupturas y ataques al espacio de un activo Chavarría, quien dispuso de un centro que fue despejado por un rival y luego un remate que Aguerre neutralizó. El equipo también contó con un disparo de Marín que el 1 local contuvo en una jugada derivada de un saque lateral.
Pelota quieta, más problemas defensivos y apertura del marcador
Peñarol se valió de la fase de pelota quieta para anotar y desnudar más falencias defensivas celestes: a los 28, Silvera abrió la cuenta tomando una segunda jugada con libertad tras deshacerse de la marca de Ibacache y rematar al arco. En la maniobra previa, Passerini y Rébola perdieron el duelo aéreo con Madruga, quien no tuvo dificultades para imponerse y asistir.
Cambios en defensa
Después de los problemas defensivos que la B tuvo en la primera etapa, Farré envió a la cancha a Heredia (Rébola) como primer marcador central y Troilo (Meriano) como segundo, modificando el eje de la última línea para tomar a L. González y Á. González y cortar las incursiones de Acosta y Cabrera cada vez que éstos lanzaron diagonales a espaldas de Barinaga e Ibacache. Los juveniles no desentonaron y tuvieron una buena labor.
Más volantes y bloque alto
Con el objetivo de mejorar las tareas de creación, el cuerpo técnico pobló las zonas interiores del mediocampo enviando a Lucco (Miño), Metilli (Sánchez) y Rolón (Passerini). Pese a la buena intención de pararse en bloque alto, la disciplina defensiva de Peñarol para abroquelarse y ganar duelos individuales impidió que la B generara situaciones en la primera media hora del complemento.
Espacios en transición
Después de lidiar todo el partido ante el estrecho armado defensivo de Peñarol, el Celeste terminó encontrando espacios en la transición defensa-ataque. Por esa vía generó una de las chances más claras del cotejo con un disparo de Rolón que Aguerre bloqueó con notable intervención. Luego, Méndez despejó un envío de Lucco cerca de la línea.
Dos delanteros (nuevamente) para los últimos minutos
En los últimos pasajes Farré volvió a alinear dos delanteros: Jara (Marín) y Schiappacasse (Chavarría). Parado decididamente con mayoría de futbolistas en campo adversario y la conducción de Metilli, la B tuvo una nueva situación en la que Jara habilitó con enorme precisión a Barinaga, quien centró al segundo palo. Lamentablemente, Schiappacasse y Lucco no pudieron empujar la pelota hacia la red.
Preocupación
Más allá de que los encuentros ante Vélez y Peñarol fueron amistosos de pretemporada, el rendimiento de Belgrano en los dos últimos partidos dejó muchísimas dudas y pocas certezas, siendo la faceta defensiva la que más puntos débiles muestra de cara al comienzo de la competencia oficial.
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