El análisis de la gran victoria de Belgrano ante Estudiantes

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Foto: Prensa Belgrano

Belgrano se presentó en la zona B de la Copa de la Liga con un triunfo por 2 a 1 ante Estudiantes.

Desde el primer minuto, Farré alineó un sistema 4-1-4-1 que le permitió tener presencia en los carriles internos y externos.


Durante los primeros pasajes, Belgrano se paró en campo rival con Passerini en el centro de la delantera atacando continuamente a Guasone y Lollo; Pastrán y Lencioni en los extremos contra Benedetti y Godoy, y un activo trabajo del dueto Marín y Sánchez para dar volumen con desmarques, pases y lanzamientos en los pasillos interiores.


En ese contexto, las primeras chances llegaron en una misma jugada mediante los dos futbolistas más incisivos de la ofensiva pirata: primero con un remate de Passerini tras colarse entre los zagueros adversarios y luego con un disparo de Lencioni en el rebote. En ambas ocasiones, Andújar dijo presente para contener las ejecuciones.


Posteriormente, una nueva incursión de Lencioni en el área finalizó con un lanzamiento que pasó cerca del palo. La presencia del extremo en el área fue posible gracias a la profundidad de Ibacache en el carril izquierdo y el desmarque de Sánchez en el sector interior para asistir, generando superioridad 3 vs. 2 ante Godoy y Ascacíbar.


Por su parte, en la fase de defensa organizada, el Pirata intentó romper el circuito creativo del Pincha con Pastrán retrocediendo para sumarse a Longo, Sánchez y Marín y así tomar a Rodríguez, Ascacíbar, Sosa y Rollheiser, tarea que se cumplió con creces ante el potencial individual de la visita.


Un remate de larga distancia de Méndez fue la única chance que Estudiantes tuvo en la primera mitad de la etapa inicial.


El Pirata también fue un equipo intenso para presionar tras pérdida -en su campo y en el contrario- y atacar directo. Por ese camino generó una situación clara que culminó con un zurdazo de un muy activo Marín a centímetros del poste. 


Con ese método, la B creó además una acción clave de 1 vs. 1 en la que Lencioni fue derribado por Godoy dentro del área. Seguidamente, en la ejecución del penal, Passerini abrió el pie derecho y anotó el 1-0.


La respuesta del equipo platense llegó desde una pelota quieta en la que Lollo superó a Moreno y envió un cabezazo por arriba del horizontal.

Si bien Belgrano tuvo un chance clarísima en el inicio del segundo tiempo con un disparo cruzado de Pastrán, fue Estudiantes quien logró marcar.

Luego de una jugada que debería haber sido anulada por offside de Méndez, la defensa liberó a Rodríguez en el flanco derecho del área después de un córner y Boselli apareció para señalar el 1-1 a metros del arco.


Tras el empate, la B abusó de los envíos largos, lo que por momentos desconectó sus líneas.


Pese a esas dificultades, Belgrano logró imponerse a fuerza de duelos individuales. Así, a los 15, retuvo la pelota en el área rival después de un lateral, en una maniobra que le permitió a Passerini anotar el 2-1 con una sutil definición luego de recibir un preciso pase de Barinaga.


Seguidamente, Barrea reemplazó a Pastrán para aportar potencia en el carril externo derecho del ataque, colaborar con Barinaga y alternar a la hora de tomar a los ingresados Mancuso y Zuqui.


En un partido con muchos roces y ya con Castro (Lencioni) sobre la banda izquierda, el Celeste fue meticuloso para estrechar espacios y agruparse en bloque ante los intentos de Estudiantes. 


Además, en términos individuales, el equipo contó con la enorme capacidad defensiva de Longo para recuperar, interceptar, imponerse en duelos y romper el juego adversario.

En los últimos pasajes, debido al desgaste de Passerini por luchar contra los zagueros, dar apoyos y crear algunas chances, Farré alineó en su lugar a Chavarría. Asimismo, Troilo entró por Marín para armar una defensa de cinco hombres.


Organizado en un sistema 5-3-2, Belgrano resistió y finalmente conservó la diferencia para sumar una victoria importante en su debut en la Copa de la Liga.


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