Reapareció el Belgrano de los segundos tiempos: las claves de la victoria ante Alvarado

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Foto: Prensa CAB

Como ya es costumbre, Belgrano mostró muchos cambios en relación al anterior partido: Novaretti retornó en reemplazo de Oliver, Pereira debutó en la posición de Miño y Susvielles ocupó el lugar del suspendido Vegetti.

Con esas variantes, la B alternó entre un 4-2-3-1 y un 3-1-4-2. La transición de un sistema a otro estuvo marcada por la posición de Compagnucci, que al subir permitió el cierre de Comba hacia el centro para acompañar a Susvielles. 


Ante la presión alta de Alvarado, Belgrano resolvió jugar largo y directo, tanto con Losada como con Rébola y Novaretti; aunque también intentó por momentos jugar en corto con pelota al pie.


Ambas formas no prosperaron porque el equipo mostró mucho espacio entre sus líneas al momento de tener la pelota. Por eso Alvarado no tuvo problemas para recuperar rápido y adueñarse de la tenencia.

En ese marco, las pocas veces que tuvo la pelota, la B buscó siempre al único creativo en cancha, Zapelli, que debió lidiar con la falta de socios y una línea de volantes rivales que alternaron para tomarlo en los carriles internos y central.


Las más claras de Belgrano no nacieron en la fase de ataque organizado, sino cuando presionó en tres cuartos: a los 6, Ochoa interceptó un pase hacia Molinas y disparó cerca; mientras que a los 28 Zapelli presionó a Vela, se combinó con Susvielles y remató a milímetros del palo.

En el segundo tiempo Farré ordenó la salida de Hesar y el ingreso de Bordagaray, quien se paró en el extremo izquierdo de la ofensiva. De todas maneras, el equipo siguió careciendo de juego interior ya que Pereira se posicionó más cercano a la zona de Longo que a la de Zapelli.


Al igual que en el primer tiempo, se vio mucha voluntad de Comba, pero con decisiones generalmente equivocadas: a los 13 dilapidó una clara réplica en superioridad al ceder para Compagnucci y no para Zapelli que, de haber recibido, quedaba mano a mano. 


En esta etapa Belgrano tuvo más tenencia, aunque la salida desde el fondo fue muy imprecisa, sobre todo desde los pies de Novaretti que, si bien alternó con conducciones, juego en corto y envíos largos, tuvo problemas para conectar con los receptores.

A los 21, Zapelli, única referencia creativa del equipo, recibió una falta al borde del área. Luego  apareció Bordagaray -y la suerte que venía siendo esquiva últimamente- para poner el 1 a 0 con un remate de tiro libre que se desvió en la barrera y se coló en el arco de Fernández. 

Como suele ser costumbre, Losada también apareció para aportar a la victoria. A los 29, Pons remató, la pelota rebotó en Novaretti y el uno reaccionó a puro reflejo para evitar la igualdad.

Con la ventaja, Farré apostó a fortalecer el armado defensivo de Belgrano manteniendo el triángulo en la mitad de la cancha, pero con un perfil más cauto por la entrada de Rojas (Zapelli), y renovando piernas por derecha con Ulises (Comba) en la derecha.


Para el tramo final del partido, con los ingresos de Olivera (Ochoa) y Oliver (Pereira), Farré robusteció decididamente la defensa alineando un 5-3-2. Rébola, Olivera y Novaretti fueron determinantes despejando todas las pelotas que Alvarado envió al área.


Así, Belgrano mantuvo la ventaja mínima y superó a Alvarado en un partido que debió afrontar con bajas sensibles por lesiones y suspensiones. El equipo sumó su decimocuarta victoria del campeonato y sigue peleando arriba. 


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